ANTENA 3 DENUNCIA EN EL PROGRAMA ESPEJO PÚBLICO LA FALTA DE CARGADORES
La falta de estaciones de carga de automóviles en España se está convirtiendo en un problema cada vez más crítico a medida que el país avanza hacia soluciones de movilidad más sostenibles, especialmente con la creciente popularidad de los vehículos eléctricos (EV). Si bien España ha logrado avances en la promoción de los vehículos eléctricos y la reducción de su huella de carbono, la infraestructura para respaldar los vehículos eléctricos, en particular el número de estaciones de carga, no ha estado a la altura de la demanda. Esta brecha es una barrera importante para la adopción generalizada de automóviles eléctricos, especialmente para las personas que dependen de ellos para sus desplazamientos diarios o viajes de larga distancia.
En muchas áreas urbanas hay algunos puntos de carga disponibles, pero tienden a concentrarse en regiones específicas, a menudo en ciudades más grandes como Madrid y Barcelona. Sin embargo, las zonas rurales, las ciudades más pequeñas y las regiones menos pobladas enfrentan una escasez significativa de estas estaciones, lo que dificulta a los propietarios de vehículos eléctricos viajar largas distancias o incluso utilizar sus vehículos de manera confiable en estas áreas. Este es un problema no sólo para los propietarios de automóviles privados, sino también para las empresas y empresas de logística que buscan hacer la transición a flotas eléctricas.
Otro desafío es la disponibilidad de estaciones de carga rápida. Si bien los cargadores lentos son más comunes, pueden tardar varias horas en cargar completamente un vehículo, lo que no resulta práctico para quienes necesitan volver a la carretera rápidamente. Los cargadores rápidos son limitados y su distribución sigue siendo desigual, lo que complica aún más la situación. Muchos propietarios de vehículos eléctricos también se sienten frustrados por los puntos de carga que a menudo están ocupados, averiados o en mal estado, lo que reduce la confianza en la infraestructura existente.
El avance hacia el coche eléctrico se ralentiza:
Faltan puntos de recarga